Editorial

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Isamel Leonardo Ballesteros Guerrero

Résumé

En algunos sectores de nuestra sociedad se cuestiona el papel de las humanidades en la enseñanza universitaria. Este cuestionamiento nace de una mentalidad marcada por el pensamiento mercantilista y la globalización económica que reduce el interés por la educación al rendimiento económico. Como consecuencia, por ejemplo, se disminuye drásticamente la presencia de la filosofía en la formación de los estudiantes. Sin embargo, se debe tener en cuenta la cualidad de ser de la persona humana, la necesidad de desarrollar su razón y su actuar libre, la necesidad del hombre de conocerse a través de la historia, buscado respuestas al porqué de su existencia: de dónde vino y hacia dónde se dirige. Esta conciencia de lo humano ha estado presente a lo largo del tiempo, pero pareciera que ahora se ha empezado a desconocer, de una u otra manera, la importancia de la formación humana. Como dice Martha Nussbaum “estamos en medio de una crisis de proporciones gigantescas y de enorme gravedad a nivel mundial. No, no me refiero a la crisis económica global que comenzó a principios del año 2008 […]. No, en realidad me refiero a una crisis que pasa prácticamente inadvertida, como un cáncer. Me refiero a una crisis que con el tiempo, puede llegar a ser mucho más perjudicial para el futuro de la democracia: la crisis mundial en materia de educación”(Nussbaum, 2010, págs. 19-20). Es así como la Universidad Santo Tomás en su seccional Tunja, inspirada en el pensamiento socio-humanístico e integral dominicano, plantea en su formación un perfil universitario concreto para sus estudiantes y egresados, buscando que respondan de una manera ética y comprometida a los retos de nuestro convivir. La Universidad busca que el pensamiento Humanista sea transversal a todos los saberes que en ella se enseñan

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